El acabado plano es principalmente el proceso de usar una muela de copa para rectificar la cara de una pieza. La pieza se sujeta en un mandril y se gira. A continuación, la muela de copa giratoria avanza con precisión hasta la superficie de la pieza.
Las correderas de precisión permiten que la unidad de acabado se ajuste en múltiples direcciones, dando así a la pieza de trabajo un patrón característico de «sombreado cruzado», además de ajustes cóncavos o convexos. Con estas capacidades se puede producir una superficie plana, cóncava, convexa o esférica.
Una diferencia clave entre el rectificado de doble disco y el acabado plano es que, para el último proceso, la herramienta se renueva durante el mecanizado de los componentes y no es necesario un rectificado regular de la muela.
